Seguridad, servicio y transparencia,las “vacunas” para proteger la cadena de suministro
A cinco meses de distancia de haber sido declarada epicentro de la pandemia por Covid-19, es de Europa de donde surgen las claves con que la cadena de suministro a nivel global habrá de “vacunarse” para enfrentar la nueva realidad: gestión del cambio, colaboración, mejora continua, análisis avanzado de datos e innovación.
Desde el inicio de la pandemia, CHEP creó un equipo multifuncional para cubrir temas de salud y seguridad, asuntos gubernamentales, comunicación, derecho, recursos humanos, logística, operaciones, gestión de calidad y riesgos, a fin de garantizar las condiciones que le permitieran ofrecer el mejor servicio a sus clientes, desde los fabricantes hasta los retailers, a decir de Jorge Montaño, Mexico Country Manager & Head of Supply Chain de CHEP LatAm.
“Los equipos del centro de servicio desempeñan un trabajo esencial, lo que garantiza que nuestros productos mantengan en funcionamiento las cadenas de suministro. Realizamos controles de salud diarios del personal y limpiamos regularmente nuestras instalaciones con productos antivirales aprobados. Los equipos de oficina se han adaptado al trabajo remoto y, han servido a los clientes con gran flexibilidad y un alto espíritu de adaptabilidad. Más que nunca debemos ser flexibles y escucharlos, para apoyarles en lo que necesiten y se mantengan productivos”, detalla.
Muchos de los desafíos que se presentaron en Italia –el primer país de Europa con un impacto significativo por la enfermedad–, permitieron a otros mercados de la región aprender lecciones que, aunque difíciles, hicieron posible resolver de mejor forma los retos de las últimas semanas.
En todo el mundo, el establecimiento de la cuarentena desató una demanda a la alza de productos de higiene personal y limpieza del hogar en marzo y abril –para luego mantenerse volátil de mayo a la fecha–, lo que obligó al planteamiento de escenarios que contemplaban barreras y limitaciones a la cadena de suministro, pero también fortaleció el flujo de comunicación con fabricantes, transportistas y minoristas.
“Es con base en esa comunicación –explica– que se ha podido aumentar la frecuencia de la planificación de la demanda, para garantizar que nos mantenemos estrechamente alineados con nuestros clientes y los consumidores, con tal de dar abasto a los que parecen picos propios de temporada navideña”.
En piso de venta, la reposición de existencias ha llegado incluso a cuestionar el modelo “justo a tiempo, sin reserva” que ha dominado la estrategia de reabastecimiento durante 20 años, al ser evidente que, dadas las condiciones actuales, hay productos que necesitan un stock para garantizar que las tiendas puedan gestionar los aumentos repentinos de demanda.
“Las nuevas estrategias en la tienda y la alineación con el flujo de mercancías podrían reducir la preparación necesaria para sacar rápidamente las mercancías del centro de distribución y llevarlas a las tiendas. En la era post Covid-19, esto es algo que podría aplicarse durante todo el año, a líneas de productos básicos o picos estacionales de categorías muy promocionadas”, abunda Jorge Montaño.
Otra de las lecciones del coronavirus en Europa es la relacionada con el transporte colaborativo en la región del Benelux –Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo–, donde al agrupar o combinar viajes y capacidad de camiones, se redujeron costos para las empresas, camiones vacíos en las carreteras y emisiones de CO2 a la atmósfera.
La base de datos de transacciones de pallets de CHEP es el eje de la agrupación de viajes. A partir de algoritmos, se pueden identificar colaboraciones prometedoras. El objetivo es implementar horarios estables y regulares en los que los flujos de transporte sigan las mismas rutas, diaria o semanalmente, a través de varias vinculadas (agrupación de distancias), o que las cargas se agrupen en un mismo camión (agrupación de capacidad).
“Es difícil predecir en qué medida la pandemia afectará las cadenas de suministro –concluye Montaño–, por lo que monitoreamos constantemente la situación, mantenemos una comunicación constante y transparente con nuestros socios y clientes y analizamos los principales riesgos, para responder rápidamente ante cualquier cambio. Justo en ese sentido la experiencia europea puede contribuir a tomar mejores decisiones en nuestro continente”.
En LatAm, CHEP tiene presencia en 11 países –Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México y Perú–, opera 89 centros de servicio, abarca 11 mil puntos de entrega y atiende a cerca de dos mil 200 clientes.
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